La Ciudad de Dios / del gran padre y doctor de la Iglesia San Agustín, Obispo de Hipona ; traducida del Latín al castellano por el doctor d. Joseph Cayetano Diaz de Beyral y Bermúdez.
I. Sobre lo que queda Dicho Hasta los tiempos del Salvador.
II. De los reyes y tiempos de la ciudad terrena.
III.Qui en reynaba en Asyria y Sicionia.
IV. De los tiempos de jacob y de su hijo Joseph.
V.De Apis Rey de los Argivos.
VI. Quien reynaba en Argos y en Asyria.
VII. En tiempo de que reyes fallecio Joseph.
VIII. En tiempos de que reyes nacio moisés.
X. Lo que escribio Varron.
XI.En que tiempo saco moysés al pueblo.
XII. De las solemnidades sagradas que instituyeron.
XIII. Las fabulosas ficciones que inventaron al tiempo.
XIV. De los Teologos Poetas.
XV. Del fin del reyno de los Argivos.
XVI. De diomenes a quien después de la destrucción.
XVII. Lo que creyo varron de las increíbles.
XVIII. Que es lo que debe creerse de las transformaciones.
XIX. Que Eneas vino a Italia en tiempos que Labdon era juez.
XX. De la sucesion del reyno de los Israelitas.
XXI. Como entre los reyes del lacio el primero Eneas.
XXII. Como Roma fue fundada en el tiempo que.
XXIII. De la Sybila Erithrea la qual entre las otras Sybilas.
XXIV. Como reynando Romulo Florencio los siete Sabios.
XXV. Los filosofos que florecieron reynando en roma.
XXVI. Como al mismo tiempo en que cumplidos setenta años.
XXVII. De los tiempos que los profetas.
XXVIII. Que es lo que Oseas y Amos profetisaron.
XXXIV. De las profecias de Daniel y Ezequiel.
XXXV. De la profecio de los tres profetas.
XXXVI. De Esdras y de los libros de los Macabeos.
XXXVII. Que la autoridad de las profecias es mas.
XXXIX. Como las letras hebreas nunca.
XL. De la vanidad insufrible de los Egipcios.
XLI. De la discordia de las opiniones filosoficas.
XLII. Que por Dispensacion de la Providencia.
XLVIII. Que la profecta de Ageo en que dixo.
XLIX. Como la iglesia se va multiplicando incierta.
XL. De la predicación del Evangelio.
XLI. Como por las disensiones de los Hereges.
VI. Del error que hay en los actos judiciales de los hombres.
VII. Como la diversidad de las lenguas pone división en las.
VIII. Como la amistad de los buenos no puede ser segura.
IX. Como la amistad de los angles buenos no puede ser.
X. Del fruto que les esta aparejado a los santos por haber.
XIV. Del orden y la ley asi celestial como terrena.
XV. De la libertad natural y de la servidumbre.
XVI. Como debe ser justo y benigno el mando.
XVII. Por que la ciudad celestial viene a estar en paz.
XVIII. Que la duda de la nueva academia pone en todo es contrario.
XIX. Del habito y costumbre del pueblo christiano.
XX. Que los ciudadanos de la ciudad de los santos.
XXI. Si conforme a las definiciones de Escipion.
XXII. Si es el verdadero dios aquel a quien sirven.
XXIV. Con que definición se puede llamar legítimamente.
XXV. Que no puede haber verdadera virtud.
XXVI. De la paz que tiene el pueblo que no conoce a dios.