La araucana / por Alonso de Ercilla y Zúñiga.
Tomo I
Tabla de Contenido
Preliminares.
Prólogo.
Elogio del Licenciado Cristóbal Mosquera de Figueroa.
La araucana.
Canto I. El cual declara el asiento y descripción de la provincia de Chile y Estado del Arauneo, con las costumbres y modos de guerra que los naturales tienen: y así mismo trata en suma de la entrada y conquista que los españoles hicieron hasta que Arauco se comenzó a rebelar.
Canto II. Pónese la discordia que entre los caciques de Arauce hubo sobre la elección de Capitán General, y el medio que se tomó por el consejo del cacique Colocolo, con la entrada que por engaño los bárbaros hicieron en la casa fuerte de Tucapel, y la batalla que con los españoles tuvieron.
Canto III Valdivia con pocos españoles y algunos indios amigos camina á la casa de Tucapel para hacer el castigo. Matanle los araucanos los corredores en el camino en un paso estrecho, y denle después la batalla, en la cual fue muerto él y toda su gente por el gran esfuerzo y valentía de Lautaro.
Canto IV. Vienen catorce españoles por concierto a juntarse con Valdivia en la fuerza de Tucapel; hallan los indios en una emboscada con los cuales tuvieron un porfiado rencuentro: llega Lautaro con gente de refresco; mueren siete españoles, y todos los amigos que llevaban; escápense los otros por una gran ventura.
Canto V. Contiene la reñida batalla que entre los españoles y araucanos hubo en la cuesta de Andalican, donde por la astucia de Lautaro y el demasiado trabajo de los españoles fueron los nuestros desbaratados, y muertos mas de la mitad de ellos, juntamente con tres mil indios amigos - Canto VI. Prosigue la comenzada batalla con las extrañas y diversas muertes que los araucanos ejecutaron en los vencidos, y la poca piedad que con los niños y mujeres usaron, pasándolos todos a cuchillo.
Canto VII. Llegan los españoles a la ciudad de la Concepción hechos pedazos, cuentan el destrozo y pérdida de nuestra gente, y vista la poca que para resistir tan gran pujanza de enemigos en la ciudad había, y las muchas mujeres, niños y viejos que dentro estaban, se retiran en la ciudad de Santiago. Asimismo en este canto se contiene el saco, incendio y ruina de la ciudad de la Concepción.
Canto VIII. Juntadse los caciques y señores principales a consejo general en el Valle de Arauco. Mata Tucapel al cacique Puchacalco, y Caupolican viene con poderoso ejército sobre la ciudad Imperial fundada en el Valle de Cauten.
Canto IX. Llegan los araucanos a tres leguas de la Imperial con grueso ejército. No ha efecto su intención por permisión divina. Dan la vuelta a sus tierras, a donde les viene nueva que los españoles estaban en el asiento de Penco reedificando la ciudad de la Concepción. Vienen sobre los españoles, y hubo entre ellos una recia batalla.
Canto X. Ufanos los araucanos de las victorias habidas ordenan una fiestas generales, donde concurrieron diversas gentes así extranjeras como naturales, entre los cuales hubo grandes pruebas y diferencias.
Canto XI. Acabadse las fiestas y diferencias. Y caminando Lautaro sobre la ciudad de Santiago, antes de llegar a ella hace un fuerte, en el cual metido vienen los españoles sobre él, donde tuvieron una recia batalla.
Canto XII. Recogido Lautaro en su fuerte no quiere seguir la victoria por entretener a los españoles. Pasa ciertas razones con él Marcos Báez, por las cuales Pedro Villagrán viene a entenderle peligroso punto en que estaba, y levantando su campo se retira. Viene el Marqués de Cañete a la ciudad de los Reyes en el Perú.
Canto XIII. Hecho el Marqués de Cañete el castigo en el Perú, llegan mensajeros de Chile a pedir socorro; el cual vista ser su demanda importante y justa, se le envía grande por mar y por tierra. También contiene al cabo ente canto como Francisco de Villagrán guiado por un indio viene sobre Lautaro - Canto XIV. Llega Francisco de Villagrán de noche sobre el fuerte de los enemigos sin ser de ellos, y a la primera refriega muere Lautaro. Trabase la batalla con harta sangre de una parte a otra.
Canto XV. En este quinceno y último canto se acaba la batalla, en la cual fueron muertos todos los araucanos, sin querer alguno de ellos rendirse. Y se cuenta la navegación que los naos del Perú hicieron hasta llegar a Chile, y la grande tormenta que entre el río de Maule y puerto de la Concepción pasaron.
La Araucana.
Segunda Parte.
Canto XVI. En este canto se acaba la tormenta; contiénese la entrada de los españoles en el puerto de la Concepción, e isla de Talcahuano; el consejo general que los indios en el valle de Ongolmo tuvieron; la diferencia que entre Peteguelen y Tucapel hubo, así mismo el acuerdo que sobre ella se tomó.
Canto XVII. Hace Millalauco su Embajada. Salen los españoles de la isla, levantando un fuerte en el cerro de Penco; vienen los araucanos a darles el asalto. Cuéntase lo que en aquel mismo tiempo pasaba sobre la plaza fuerte de San Quintín.
Canto XVIII. Da el Rey don Felipe el asalto a San Quintín; entra en ella victorioso; vienen los araucanos sobre el fuerte de los españoles.
Canto XIX. Refiérese el asalto que los araucanos dieron a los españoles en el fuerte de Penco; la arremetida de Gracolano a la muralla; la batalla que los marineros y soldados que habían quedado en guarda de los navíos tuvieron en la marina con los enemigos - Canto XX. Retirase los araucanos con pérdida de mucha gente; escapase Tucapel muy herido rompiendo por los enemigos; cuenta Tegualda a D. Alonso de Ercilla el extraño y lastimoso proceso de su historia.
Canto XXI. Halla Tegualda el cuerpo del marido, y haciendo un llanto sobre él le lleva a su tierra: llegan a Penco los españoles y caballos que venían de Santiago y de la Imperial por tierra; hace Caupolican muestra general de su gente - Canto XXII. Entran los españoles en el estado de Arauco; traban los araucanos con ellos una reñida batalla; hace un rango de su persona gran prueba; cortan las manos por justicia á Galvarino, indio valeroso.
Canto XXIII. Llega Galvarino a donde estaba el Senado araucano; hace en el consejo un habla con la cual desbarata los pareceres de algunos; salen los españoles en busca del enemigo; pintase la cueva del hechicero Fiton, y las cosas que en ella había.
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