Capítulo IV. Ofendiéronse los amigos de Job de estas postreras palabras, en que parece justificarse: y Eliphaz, tomando la mano por todos, pidiéndole primero licencia para hablar…
Capítulo VII. Prosigue Job en su querella, relata muy por menudo sus males todos, y vuelto a Dios suplicarle que les ponga fin, o acabándolos, o acabándole.