Capítulo XXXII.-De cómo la amada Santa Isabel fue canonizada por el Papa Gregorio ; y de la grande alegría y veneración de los fieles de Alemania cuando sus reliquias fueron exaltadas en Marbourg.
Capítulo XXXIV.- De la hermosa iglesia construida en marbourg en honor a la amada Santa Isabel; y de cómo sus reliquias fueron profanadas y también del fin de la historia.