Preliminares.

Cap. I. De la utilidad, y necesidad, que tiene el hombre de estudiarse a si mismo.

Cap. II. De los principios de las acciones humanas, y primeramente del cuerpo, que influye en ellas.

Cap. III. Como las costumbres del hombre puedan de algún modo depender del cuerpo, según la varia disposición de su cerebro, o cabeza.

Cap. IV. De las diversas inclinaciones de los hombres, a causa de sus varios cuerpos, y espíritus.

Cap. V. De la variedad de los cerebros humanos, que influye en la variedad de las costumbres.

Cap. VI. De la fantasia, y como influya en las acciones del hombre.

Cap. VII. De la razon.

Cap. VIII. Del buen uso de la razon.

Cap. IX. De la libertad, uno de los principios, y condiciones necesarias de las acciones humanas, y de la conciencia.

Cap. X. De la ignorancia y opinion que causan los errores en las acciones humanas.

Cap. XI. De los pecados de los hombres.

Cap. XII. Del apetito universal, que se llama amor propio, o del apetito de la felicidad.

Cap. XIII. Del deseo de los bienes, y el aborrecimiento de lo malo.

Cap. XIV. Del apetito de la conservacion del propio individuo, y de la propia especie.

Cap. XV. Del apetito de la libertad dividida en dos, esto es, en deseo de independencia, y deseo de superioridad.

Cap. XVI. Del apetito del placer, de lo verdadero, y de lo hermoso.

Cap. XVII-XVIII.

Cap. XIX. De la batalla, y de los efectos de los apetitos humanos.

Cap. XX. De las pasiones del hombre.

Cap. XXI. Quál sea la felicidad que pueda esperar el hombre en este mundo, y que esta propiamente debe colocarse en la tranquilidad del animo.

Cap. XXII. De los medios con que puede conseguirse la felicidad de que es capaz el hombre sobre la tierra, esto es, de la virtud.

Cap. XXIII. De lo honesto, de lo justo, y de la virtud, si por su naturaleza, o esencialmente sean cosas buenas, y del orden que quiere Dios en el hombre.

Cap. XXIV. Del orden que el hombre debe tener para con Dios, o de la Religion.

Cap. XXV. Del orden que debemos tener, y conservar con los otros hombres, y primeramente de la justicia.

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