I. ¿Existe hoy día algo que se llama liberalismo?
II. ¿Qué es el liberalismo?
III. Si es pecado el liberalismo y que pecado es.
IV. De la especial gravedad de el pecado del liberalismo.
V. De los diferentes grados que puede haber
VI. Del llamado liberalismo católico.
VII. En que consiste probablemente la esencia o intrínseca razón del llamado catolicismo liberal.
VIII. Sombra y penumbra, o razón de esta misma secta católico liberal.
IX. De otra distinción importante, o sea del liberalismo practico y el liberalismo especulativo o doctrinal.
X. El liberalismo de todo matiz y carácter.
XI. De la ultima y mas solemne condenación del liberalismo por medio del Syllabus.
XII. De algo que parecido al liberalismo no lo es, y de algo que es aunque no lo parezca.
XIII. Notas y comentarios a la doctrina del liberalismo.
XIV. Si en vista de esto es lícito o no al buen católico aceptar en buen sentido la palabra liberalismo.
XV. Un observación sencillísima que acabará de poner en un verdadero punto de vista la cuestión.
XVI. ¿Cabe hoy en lo del liberalismo error de buena fe?
XVII. De varios modos con que sin ser liberal un católico puede hacerse no obstante cómplice del liberalismo.
XVIII. De las señales o síntomas más comunes.
XIX. De las principales reglas de prudencia cristiana.
XX. De cuan necesario sea precaverse contra las lecturas liberales.
XXI. De la sana intransigencia católica en oposición a la falsa caridad liberal.
XXII. De la caridad en lo que se llama las formas de la polémica.
XXIII. Se es conveniente al combatir el error combatir y desautorizar la personalidad del que lo sustenta.
XXIV. Resuélvase una objeción a primera vista.
XXV. Confirmase lo ùltimamente dicho con un muy concienzudo articulo de la civilta cattólica.
XXVI. Continúa la hermosa y contundente cita de la civilta católica.
XXVII. En la que se da fin a tan oportuna como decisiva cita de la civilta cattólica.
XXVIII. Si hay o puede haber en la iglesia ministros de Dios atacados del horrible contagio del liberalismo.
XXIX. ¿Qué conducta debe observar el buen católico con tales ministros?
XXX. Que debe pensarse de las relaciones que mantiene el Papa con los gobiernos y personajes liberales.
XXXI. De las pendientes por las que con mas frecuencia viene a caer un católico.
XXXII. Causas permanentes del liberalismo en la sociedad actual.
XXXIV. De una señal clarísima por la que se conocerá fácilmente cuales cosas proceden del espíritu sanamente católico.
XXXV. Cuales son los periódicos buenos y cuales son los malos.
XXXVI. Si es alguna vez recomendable la unión entre católicos y liberales.
XXXVII. Prosigue la misma materia.
XXXVIII. Si es o no indispensable acudir cada vez al fallo concreto de la iglesia y de sus pastores.
XXXIX. ¿Y que me decís de la horrible secta del laicismo?
XL. Si es mas conveniente defender en abstracto las doctrinas católicas contra el liberalismo.
XLI. Si es exageración no reconocer como partido perfectamente católico a un partido antiliberal.
XLII. Dase de paso una explicación muy clara y sencilla de un lema por muchos mal comprendido.