El sagrado corazón de Jesús / por Monseñor de Segur; tr. por un devoto del mismo.

México : Casa Editorial de Manuel Galindo y Bezares, 1888.


Tabla de Contenido


Preliminares.

Modo de santificar el mes del sagrado corazón.
I. Como Nuestro Señor Jesucristo reveló milagrosamente el misterio de su sagrado corazón.

II-III.
II. Segunda revelación del sagrado corazón a la Beata Margarita María.

III. Tercera revelación del corazón de Jesús.

IV-V.
IV. De otras dos bellas visiones del sagrado corazón que tuvo la beata Margarita Maria alacoque.

V. Magnificas y consoladoras promesas de nuestro señor a los devotos de su corazón.

VI. Que los esfuerzos del infierno no han podido impedir el establecimiento y propagación del culto del sagrado corazón de Jesús

VII. Que la revelación del sagrado corazón hecha en el siglo XVII no era cosa inaudita en la iglesia.

VIII. Como en la propagación del culto del sagrado corazón le corresponde a España una parte muy principal.

IX-X.
IX. Fines admirables de la providencia en la revelación del sagrado corazón.

X. De la inefable y divina excelencia del sacratísimo corazón de Jesús.

XI-XIII.
XI. Que el corazón de Jesús es el foco vivo del amor universal.

XII. Como la Santísima Trinidad vive y reina en el corazón de Jesús.
XIII. Que el corazón de Jesús es templo, altar e incensario del divino amor.

XIV-XV
XIV. Como el corazón de Jesús es el principio de la vida del Hombre-Dios.

XV. Que el adorable corazón de Jesús es un horno de amor a la santísima Virgen.

XVI-XVII.
XVI. Lo que fue el corazón de Jesús para su Santísima madre durante su pasión.

XVII. Que el corazón adorable de Jesús es una hoguera de amor a las tres iglesias, triunfante, militante y purgante.

XVIII-XIX.
XVIII. Que el corazón de Jesús es una hoguera de amor para con nosotros.

XIX. Que este amor del redentor resplandece maravillosamente entre todos los bienes de que nos han colmado su corazón.

XX-XXII.
XX. Que el sagrado corazón de Jesús nos ama como su padre le ama a el.

XXI. Cuanto ha sufrido por nosotros el corazón adorable de Jesús en su pasión.
XXII. Misericordia del corazón de Jesús en el sacramento de la penitencia.

XXIII-XXV.
XXIII. El sagrado corazón y el santísimo sacramento.

XXIV. Como en la sagrada comunión el corazón de Jesús nos purifica nos ilumina y nos deifica en si santo amor.
XXV. Que el espíritu santo une íntimamente nuestro corazón al corazón de Jesús.

XXVI-XXVII.
XXVI. Admirable ejemplo de la unión del alma fiel con el sagrado corazón de Jesús.

XXVII. Que Jesús nos da su corazón para ser nuestro corazón.

XXVIII-XXIX.
XXVIII. Que el adorable corazón de Jesús es nuestro refugio y nuestro oráculo.

XXIX. Como el sagrado corazón de Jesús es el modelo del cual debe ajustarse nuestro corazón.

XXX-XXXI.
XXX. De la infalible dulzura y mansedumbre del corazón de Jesús.

XXXI. De la profundísima humildad del corazón de Jesús.

XXXII-XXXIII.
XXXII. Cuan misericordioso se ha mostrado el corazón de Jesús con los pobres y los pequeñuelos.

XXXIII. Que el inmaculado corazón de María forma una sola cosa con el adorabilísimo corazón de Jesús.

Letanía del sagrado corazón de Jesús.-Letanía del santo corazón de María.

Dialogo entre Jesús y el alma devota.-Cantares.


Venid todos a mí.

I-IV.
I. Que nuestro señor Jesucristo esta olvidado en sus tabernáculos.

II. Que ingratitud hay en este abandono.
III. Cuan fácil es, sin embargo, ir a visitar y adorar al santísimo sacramento.
IV. Que frutos de salvación y bendición de sacarían de la visita.

V-VII.
V. Humilde suplica a los catequistas, a los confesores y a todos los buenos párrocos.

VI. Que en nuestros días más que nunca debemos ir a orar a los pies del santísimo sacramento.
VII. Algunos consejos prácticos tocante a la adoración del santísimo sacramento.

VIII. Que no basta adorar a nuestro señor en el santísimo sacramento sino que además es preciso recibirle.


Las Maravillas de Lourdes.

Preliminares.

I-IV.
I. Una palabra sobre los santuarios.

II. La gruta predestinada de Lourdes.
III. La niña Bernardica.
IV. El jueves 11 de febrero de 1858.

V-VII.
V. Primera aparición.

VI. Segunda aparición.
VII. Tercera aparición y primeras palabras de la Virgen.

VIII-X.
VIII. Los tres primeros días de la quincena milagrosa.

IX. Contrariedades y persecuciones que se le suscitaron a la pobre Bernardica.
X. Día quinto de la quincena.

XI-XII.
XI. Bernardica a los pies de la Santísima Virgen.

XII. Bellezas celestiales de la visión.

XIII-XV.
XIII. Aparición del martes 23 de febrero. Primer secreto y demanda de un santuario.

XIV. Aparición del miércoles 24 de febrero. Secreto segundo y exhortación a la penitencia.
XV. Aparición del jueves 25 de febrero. Tercer secreto y la fuente milagrosa.

XVI-XVII.
XVI. El viernes 26 de febrero. Primera curación milagrosa.

XVII. Apariciones de los últimos días de la quincena.

XVIII. Maravillosa conclusión de la quincena.

XIX. Ridículos esfuerzos de la policía para "ahogar el fanatismo y la superstición".

XX-XXIII.
XX. Aparición del 25 de marzo. "yo soy la inmaculada concepción".

XXI. Aparición del lunes de Pascua, 5 de abril. El milagro del cirio encendido.
XXII. Curación milagrosa del joven Enrique Busquet.
XXIII. Decimoctava y última aparición de la Santísima Virgen a Bernardica.

XXIV-XXV.
XXIV. Bernardica desde las apariciones.

XXV. Juicio episcopal e institución canónica de la peregrinación.

XXVI-XXVIII.
XXVI. Milagros de Nuestra Señora de Lourdes.

XXVII. Curación repentina de un protestante libre-pensador.
XXVIII. Los ojos del niño Pedro Estournet.

XXIX. Una joven moribunda instantáneamente vuelta a la vida.

XXX. Curación repentina de un anciano gendarme.

XXXI. Curación instantánea de una joven obrera agonizante.

XXXII. Maravillosa curación de un muchacho de quince años, mudo y paralítico.

XXXIII-XXXIV.
XXXIII. Curación de una madre de familia, atacada de un cáncer en la lengua.

XXXIV. Curación repentina de una joven pensionista amenazada de perder la vista.

XXXV-XXXVI.
XXXV. Curación de un guarda-barrera, referida por el mismo.

XXXVI. Curación instantánea de una joven aldeana tísica.

XXXVII. Notables curaciones de niños, obradas recientemente por el agua milagrosa de Lourdes.

XXXVIII-XXXIX.
XXXVIII. Un obrero de sesenta años súbitamente curado de úlceras y várices.

XXXIX. El seminarista de Legie.

XL. Curación instantánea y radical de una joven aldeana.

XLI-XLII.
XLI. Curación milagrosa de Pedro Hanquet, maestro albañil de Liége.

XLII. ¿Que debemos deducir de todas estas maravillas bajo el punto de vista de la fe?

XLIII. Lo que enseña a nuestra piedad la celeste aparición de la gruta.


La sagrada comunión.

Preliminares.

Verdadera idea de la sagrada comunión.

I-II.
I. Para comulgar a menudo es necesario ser más santo de lo que soy.

II. No soy digno de acercarme a Dios.

III-VI.
III. Cuando se comulga a menudo, este acto tan grande y trascendental llega a hacerse por rutina.

IV. Temo familiarizarme con las cosas sagradas.
V. No me atrevo a comulgar sin confesarme.
VI. No se puede comulgar sin preparación.

VII-IX.
VII. Mas al comulgar mi corazón se queda frió e insensible.

VIII. ¿Cómo he de atreverme a comulgar con frecuencia, si siempre vuelvo a caer en las mismas faltas?
IX. Comulgando a menudo temo escandalizar a las personas que me conocen.

X-XII.
X. Comulgando a menudo disgustaría a mi familia.

XI. Conozco muchas personas piadosas que comulgan muy rara vez.
XII. Mis deseos serían comulgar a menudo.